lunes, 25 de noviembre de 2013

Autoevaluación

  Tanto la evaluación como la corrección de exámenes son un tema difícil de trabajar. Por esta razón y dada mi corta experiencia en el tema decidí hacer el curso para conocer nuevas estrategias, herramientas, opiniones y concejos de otros colegas que me permitan mejorar mis prácticas en esta área. 
    Por mi inexperiencia en el tema de la corrección de exámenes, intuitivamente intenté buscar estrategias que me permitieran resolver el tema de la corrección lo más objetiva y justamente posible. Para cada punto a desarrollar, antes de revisar los resultados, suelo construir un "modelo de respuesta ideal" de acuerdo a las respuestas que espero de mis alumnos y la tomo como punto de partida inicial para evaluar las respuestas de mis alumnos. Este modelo de respuesta lo construyo basándome en el trabajo que hemos realizado en las clases presenciales, teniendo en cuenta la modalidad y la profundidad con la cual los temas fueron abordados, entonces realizo una lista de lo que espero de los alumnos en esa respuesta. Luego, para calificar las respuestas, realizo la lectura de las respuestas de todos los alumnos para la misma pregunta y tomo la que mejor cumple con todos los criterios de evaluación que deseo analizar. En este aspecto, creo que el empleo de una rúbrica me será sumamente útil, ya que, intuitivamente, he realizado hasta el momento algo similar pero mucho mas simple e inespecífico. Creo que esta herramienta nos permite a los docentes especificar claramente qué lo que se espera del estudiante y cuáles son los criterios con los que se va a calificar un objetivo previamente establecido, un trabajo, una presentación o un reporte escrito, de acuerdo con el tipo de actividad que desarrolle con los alumnos en forma clara y objetiva. 
      Por otra parte, en mi caso, a la hora de colocar la calificación final, no solo tengo en cuenta el desempeño del alumno en el examen, si no también considero dentro de los criterios de evaluación su desempeño a lo largo de la cursada. Durante los seminarios y trabajos prácticos los alumnos tienen un muy rol activo, la clase se construye a partir de actividades que los alumnos resuelven en grupos. Muchas veces sucede que los exámenes escritos, en determinadas circunstancias, no logran reflejar el proceso de aprendizaje que el alumno ha transitado. En este aspecto, considero muy útil el empleo de una matriz de valoración que facilite calificar el desempeño del estudiante, ya que este aspecto de la evaluación suele ser complejo, poco preciso y subjetivo. Considero que el empleo de una rúbrica para esta instancia de la evaluación me permitirá darle un valor más auténtico o real a este aspecto, a partir del cual pueda evidenciar el conjunto de criterios específicos y fundamentales que me permitan valorar el aprendizaje, los conocimientos y/o las competencias, logrados por los estudiantes a lo largo de la cursada, permitiendo a los alumnos ser evaluados en forma "objetiva" y consistente, teniendo ellos conocimientos específicos de los criterios que permitirán su evaluación. Para el próximo año estamos pensando en formalizar este aspecto de la evaluación empleando esta herramienta.

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